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viernes, 17 de diciembre de 2010




El terror cuando te cala los huesos es el peor, pues de aquello puedes estar segura que nada bueno obtendrás y esa mañana de frió le pasaba lo mismo a Emily había salido como cada mañana a por el pan, nevaba y sus pisadas quedaban marcadas sobre el blanco asfalto. Tras de ella se oía crujir la nieve pues cientos de personas andaban por las calles a esas horas.


Para acortar a la panadería tomo el atajo de siempre, un paseo sin casas, adornado de cubos de basuras de los restaurantes y habitado por gatos y ratones, por el día parecía un lugar idóneo para pasar pero Emily se confió demasiado. Las huellas del camino eran rojas de su sangre y los gatos fueron los únicos testigos. Dos ojos pequeños y rasgados acabaron con su vida, un arcángel negro se la había llevado.

1 comentario:

  1. Hacía muchísimo que no me pasaba por aquí, lo siento, gracias por todos tus comentarios, eres un cielo :)

    Un crêpe
    con (mucha)
    Nutella.

    p.D: Un buen texto, sin duda alguna!

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